EHPLUS, VIENA. – América Latina se encuentra en una posición favorable para la transición energética debido a su alto porcentaje de generación eléctrica a partir de fuentes renovables, sin embargo, enfrenta el desafío de atraer flujos de capital para financiar su desarrollo. Así lo destacó Carlos Garibaldi, secretario ejecutivo de la Asociación de Empresas de Petróleo, Gas y Energía Renovable de América Latina y el Caribe (Arpel), en una entrevista con EFE durante su participación en el octavo Seminario Internacional de la OPEP en Viena.
Garibaldi señaló que el 61% de la generación eléctrica en la región proviene de fuentes renovables, el doble del promedio mundial. Además, a pesar de representar solo el 8.3% de la población mundial, América Latina emite solo el 4.5% de las emisiones de CO2 y el 8.3% de los gases de efecto invernadero.
La región cuenta con una ventaja inicial en la transición energética debido a su contribución como sumidero global de carbono y la abundancia de recursos naturales, como los “importantes callejones de viento” en la región patagónica y las zonas litorales, así como los “recursos solares de clase mundial” en Atacama y otras áreas tropicales.
Sin embargo, el mayor desafío que enfrenta América Latina es el financiamiento necesario para impulsar el desarrollo del sector energético. A medida que la demanda regional se duplica en los próximos 25 años debido a las necesidades de desarrollo, se requerirán proyectos, capital y una planificación racional de las inversiones.
Garibaldi destacó la importancia de atraer inversiones, ya que actualmente no se está invirtiendo lo suficiente en energías renovables a nivel mundial ni regional, y también existe una falta de financiamiento para la descarbonización de las operaciones e instalaciones de petróleo y gas.
El secretario ejecutivo de Arpel enfatizó la necesidad de contar con marcos legales, fiscales, regulatorios y judiciales sólidos, alineados, eficientes, transparentes y estables para atraer los capitales necesarios para los proyectos energéticos. Además, instó a los países industrializados a actualizar su apoyo a las transiciones energéticas en países en desarrollo, ya que hasta ahora no se han cumplido los flujos de financiamiento previstos.
Se espera que en el futuro los costos de las energías renovables disminuyan a nivel mundial, lo que brindará nuevas oportunidades. Sin embargo, es fundamental abordar la falta de financiamiento y aumentar los montos destinados a la transición energética en la próxima Conferencia del Clima (COP28), que se llevará a cabo en Dubái del 30 de noviembre al 12 de diciembre.
América Latina se encuentra en una posición prometedora para liderar la transición energética, pero es necesario superar los desafíos financieros y promover acciones globales para asegurar un futuro sostenible en la región y en el mundo.
Con información de EFE.
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