Las importaciones de gas ruso en la Unión Europea aumentaron un 18 % en 2024 , impulsadas por Italia, Chequia y Francia , a pesar de los planos de la Comisión Europea para eliminarlas en 2027.
La retirada de EE.UU. del Acuerdo de París y su distanciamiento de las energías limpias abren una oportunidad para la Unión Europea , que busca captar inversión para fortalecer su independencia energética y liderar la descarbonización.