Estados Unidos impuso nuevos aranceles a paneles solares provenientes de cuatro países del sudeste asiático tras confirmar subsidios injustos y ventas por debajo del costo. La medida impacta directamente en el 77% de sus importaciones de módulos solares.
En 2024, la energía solar se consolidó como la cuarta fuente más importante de capacidad instalada, superando a la hidroeléctrica y la nuclear, gracias a un aumento del 88%. El panorama para 2025 anticipa una aceleración aún mayor, apoyada en políticas públicas, nuevas tecnologías y la integración de inteligencia artificial.
Empresas como Mercado Libre y Bimbo demuestran que integrar energías renovables en la logística reduce costos, mejora reputación y asegura contratos internacionales, mientras América Latina proyecta inversiones por más de USD 185 mil millones en energía.
América Latina acelera su transición hacia fuentes limpias con China como aliado tecnológico. La región podría alcanzar 160 GW en energía solar para 2034, destacando el rol de países como Brasil, Chile y República Dominicana.
La Superintendencia de Electricidad (SIE) autorizó pruebas por 144 MW de energía solar en tres parques fotovoltaicos de La Romana, operados por F&S Solar Concept, y prorrogó además el permiso provisional al parque eólico Matafongo.
El auge de las energías renovables alcanzó un récord en 2024, con más del 40% de la electricidad global generada con fuentes bajas en carbono. Sin embargo, crece la preocupación por los residuos que dejan paneles solares y turbinas eólicas al final de su vida útil.
Un informe de EMBER revela que en 2024, el 40,9 % de la electricidad mundial fue generada por fuentes renovables y nucleares, marcando un punto de inflexión en la transición energética global. China e India lideran esta transformación.
La nueva planta fotovoltaica Quillagua, inaugurada en Antofagasta, se convierte en la más grande de América Latina con almacenamiento en baterías. Su capacidad permitirá entregar energía solar durante la noche.
La generación eléctrica en Latinoamérica y el Caribe alcanzó un índice de renovabilidad del 69% en 2024, con avances notables en energía solar, eólica y geotérmica. El informe de Olade destaca el liderazgo regional en renovables, pero también alerta sobre desafíos estructurales y de financiamiento.
En 2024, la energía solar representó más de tres cuartas partes de las adiciones renovables, según IRENA. Sin embargo, el crecimiento global sigue por debajo de lo necesario para cumplir el objetivo de triplicar la capacidad renovable para 2030.