La República Dominicana gestionó en el año 2004 unirse al Tratado de Libre Comercio (DR-Cafta, por sus siglas en inglés) que involucra a Estados Unidos y los países centroamericanos: El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras y Costa Rica.
El acuerdo comercial establece una serie de intercambios de productos y servicios, así como cláusulas arancelarias para la importación o exportación de los mismos.
El DR-Cafta consta de dos partes: una sobre las normas comunes que regulan el comercio entre los países signatarios y otra de acceso a mercados que contiene los compromisos en la eliminación gradual de impuestos y las restricciones al comercio mutuo de bienes y servicios, que aparecen como anexos.
En cuanto a los productos o bienes, acuerda los plazos en que se van a eliminar los aranceles, los cuales van desde inmediatamente entró en vigor el acuerdo, hasta plazos de 10 ó 20 años, según se trate de productos industriales o agrícolas.
EHPLUS anailzó el tema y en esta última parte precisamente nos queremos detener. La República acordó una desgravación arancelaria con los Estados Unidos al arroz de su territorio, vigencia que culmina el primero de enero del 2025.
Con la eliminación de los aranceles, el arroz estadounidense podría entrar a los mercados dominicanos libre de impuestos, representando así un duro golpe a la producción nacional.
Si bien es cierto que falta un tramo considerable, ya el nerviosismo comienza a preocupar a agricultores, incluso al propio Gobierno dominicano que comenzó a cabildear una salida menos lastimosa para sus productores nacionales.
Para la tarea, que procura buscar una salida a las implicaciones que tendría la llegada de arroz estadounidenses libre de arancel al país, se han encomendado a los ministerio de Relaciones Exteriores, Industria Comercio y al Ministerio de Agricultura.
También, la embajadora de República Dominicana en la gran potencia, Sonia Guzmán.
De su lado, el presidente Luis Abinader ha dado su palabra de que protegerá al productor nacional ante los efectos que pudiera tener en el referido cereal el libramiento total de arancel.
Las declaraciones del presidente han sido esperanzadoras, pero se debe tomar en cuenta que los acuerdos comerciales tienen normas y cláusulas que se deben respetar.
Los acuerdos de Estado tienen carácter jurídico y el DR-Cafta no es la excepción, está amparado en la Ley 424-06, lo que indica que no se trata de golpear a la mesa y decir que se solucionó.
Es prudente dejar que los diplomáticos gestionen una salida armónica a la situación que pudo haberse evitado si se hubiera hecho la tarea de adecuarnos en esos 20 años transcurridos.
EHPLUS considera que es más aconsejable dejar a los expertos seguir las negociaciones en busca de un bajadero que evite el colapso de la producción nacional.
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