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jueves 2, mayo 2024

RD figura entre países con menor integración de energías renovables

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EHPLUS, SANTO DOMINGO.- El mundo está en una carrera por una transición energética que no solo se traducirá en un respiro para el medio ambiente, sino también para la economía mundial. República Dominicana no es la excepción, tomando en cuenta que hay un auge en el desarrollo de proyección de energías renovables.

La medía isla caribeña busca alcanzar la meta nacional del 25% de la electricidad generada a partir de fuentes renovables para 2025. Mientras tanto, en 2021, la energía fue abastecida en el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (Seni) en por el gas natural en 40.78%, carbón (30.97%), derivados de petróleo (10.96%), agua (7.57%), biomasa (1.02%), viento (6.21%) y sol (2.50%).

A diciembre 2022 contaba con 5,075.5 MW de capacidad instalada, 71% de los cuales se basan en combustibles fósiles. Actualmente, el país cuenta con 1,094 MW de capacidad instalada con plantas a carbón. Durante ese año, las unidades a carbón generaron el 30.7% de la electricidad total. Las unidades de gas natural y de fuel oil generaron 37.8% y 15.2%, respectivamente.

Es decir, las energías limpias apenas representan el 16% de la generación eléctrica, dejando a República Dominicana entre las naciones con menor cantidad de renovables integradas, incluso, por debajo de Haití, donde ese indicador alcanza el 19.16%. El resto de países superan el 25%, obteniendo hasta el 100%, en el caso de Paraguay.

Explicación

La razón detrás de los resultados, el consultor energético, Rafael Velazco, las resume en tres factores interconectados. Inició explicando que el país tiene un pico que ha superado 3,500 megavatios (MW) para continuar ejemplificando con Haití.

“No se puede comparar la demanda nacional, que puede llegar a 3,000 megas, con el pico de Haití que pueden ser 300 megas, un pico de demanda, aunque las dos naciones cuenten con 11 millones de personas de población”. Debido a que la demanda de la vecina nación es menor, las renovables pueden tener mayor presencia.

Este punto va relacionado con las energías limpias. Con la implementación de la Ley 57-07 de incentivo al desarrollo de fuentes renovables, el país ha hecho avances significativos incorporando capacidad instalada de energías renovables no convencionales (eólica y solar principalmente) en la última década, pasando de 80 MW en el 2012, a 853 MW en 2022.

Lo anterior se ha traducido en 10 parques eólicos y nueve plantas solares en operación, además de una planta de biomasa. Como resultado, a septiembre de 2023, estas fuentes limpias sumaban 1.1 gigavatios y representaban el 19% de la capacidad instalada total, aunque la generación eléctrica apenas supere el 15%.

Pero el especialista es más específico respecto al crecimiento de la generación limpia. “En el 2020, cuando asumió el actual gobierno, habían 300 megas de energía renovable instalada e interconectados, es decir, que se inyectan al sistema. Eso se ha convertido en 750 megas en apenas tres años”.

Velazco entiende que el crecimiento ha sido “muy rápido”, lo que no siempre puede ser positivo, tomando en cuenta que República Dominicana tiene una red de transmisión que necesita ser renovada. “Tienen unos 15 años, por lo menos, de atraso. No de atraso de tecnología, sino de actualización de las redes. Hay un montón de subestaciones que ya hace 10-15 años debieron ser ampliadas”, dijo.

Aunque detalló una serie de nuevos proyectos que buscan modernizar o actualizar la red eléctrica, aun así el sistema se quedaría “corto”. Como consecuencia, hay diversos proyectos renovables que no se han realizado “porque no hay dónde inyectarlos”.

Eso, comparativamente con los países más cercanos a la nación caribeña. No obstante, de cara a los países de Centroamérica y Suramérica, el factor determinante es el “agua” o influencia de la fuente hidroeléctrica. “Esto es muy importante”, aseguró.

En América Latina el porcentaje de energía limpia proveniente del agua tiene peso en las estadísticas. Citó casos como Costa Rica, que tiene un 78% a 80% proveniente de hidroeléctricas. De hecho, Paraguay no solo genera hasta el 100% de su energía de fuentes renovables, sino que también exporta al no tener suficiente demanda para suplir lo abastecido por la hidroeléctrica binacional Yguazú, entre ese país y Brasil, de donde solo recibe el 30% de la energía generada.

La denominada “nación sin costa” o “de los ríos”, apenas cuenta cuatro millones de habitantes. A eso se suma que “la mitad son indígenas guaraní, que no hablan español, hablan guaraní. Entonces la demanda es una tontería”, añade Velazco. Es así como, en comparación con Suramérica, República Dominicana es de los destinos donde hay menos participación del agua en la generación eléctrica.

En otros países, como Guatemala, alcanza el 36%, en Panamá hasta el 52%, en Venezuela puede superar 50%, al igual que Chile, mientras Colombia puede rondar entre el 45% y 47% de la energía proveniente de hidroeléctrica.

“Las islas, los países insulares como el nuestro están condenados a energía cara de por vida porque no tenemos agua, no tenemos carbón, no tenemos petróleo, no tenemos gas natural. Todo es importado”, lamentó Velazco.

Se debe tomar en cuenta que cuando se indica que República Dominicana “no tiene agua”, se refiere a que no es representativa, debido a la condición de país insular. “Al ser una isla estamos rodeado de agua, pero el agua utilizable para la producción de energía eléctrica, son las provenientes de ríos. Ahí es donde puedes poner una hidroeléctrica”, aclaró.

Inversión

Hasta septiembre del 2023, el sector energético se destacó como el sector con mayor flujo de inversión extranjera directa (IED), recibiendo más de US$564.4 millones, según datos del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (ProDominicana).

En comparación con Suramérica, República Dominicana es de los destinos donde hay menos participación del agua en la generación eléctrica.

En el primer semestre experimentó el incremento más significativo en entradas de IED, pasando del sexto lugar en 2021 con un monto de US$278.2 millones al segundo lugar en 2022, con un total de US$753.4 millones, lo que representa un incremento del 171%. Asimismo, Brasil, Chile y República Dominicana lideraron por número de proyectos ejecutados en la región de América Latina y el Caribe, en 2022.

En el caso particular de República Dominicana, comparte la segunda posición junto a Chile en términos de número de proyectos relacionados con energías renovables, siendo superados únicamente por Brasil. En un reporte suministrado a elDinero, indican que “este comportamiento se puede atribuir a las políticas que ha adoptado el Gobierno dominicano para el desarrollo de las energías renovables, potenciando una notable expansión en la producción de fuentes alternas”.

Apuesta al gas

Actualmente, República Dominicana apuesta al gas natural como combustible de transición. De hecho, en los últimos años el país caribeño ha intentado convertir varias de sus centrales eléctricas de petróleo a gas natural.

La capacidad instalada de gas natural a nivel nacional pasó de 555 megavatios (MW) en 2011 a 939 MW en 2023, y el gas representa regularmente casi la mitad de toda la energía generada.

En diciembre del 2022, el presidente de la República, Luis Abinader, inició la construcción del proyecto de gas de Manzanillo, considerada la mayor instalación de este tipo del país y una de las mayores de la región, valorada en unos US$1,750 millones. El proyecto consta de dos plantas de gas natural de 420 MW cada una, un depósito de almacenamiento y un gasoducto de siete kilómetros.

En noviembre del 2023, la empresa Energía Natural Dominicana (Enadom) inauguró en Punta Caucedo, Boca Chica, un nuevo depósito de gas natural licuado (GNL) con una capacidad de almacenamiento de 120,000 metros cúbicos. La construcción comenzó en enero del 2021.

La infraestructura tiene capacidad de recepción de 280,000 metros cúbicos para gas natural, permitiendo un suministro de hasta 3,000 megavatios de generación energética a partir de este combustible.

Recursos energéticos

A octubre del 2023, el mayor aporte de energía generada fue realizado por las centrales que operan con gas natural aportando un 40%, seguida por el carbón mineral con un 32% y el fuel oil No. 6 con un 16%.

Las fuentes limpias, es decir, la energía solar aportó un 5%, al igual que la hidroeléctrica, con un 5%, mientras que los aerogeneradores eólicos representaron apenas un 1%, según datos del Ministerio de Energía y Minas (MEM).

De acuerdo con estadísticas del Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Interconectado (Seni) y la Oficina Nacional de Estadística (ONE) para el 2022 el total de las energías renovables generadas representó 3,573 GWh, de las cuales la energía eólica ha presentado el mayor incremento en comparación con las otras fuentes energéticas, siendo este de un 58.13% en relación con el 2018.

Además, el informe detalla que, de lo planteado anteriormente, las fuentes de energía renovables o limpias evidencian que la transición energética al uso de fuentes provenientes de los bienes naturales va en aumento en República Dominicana.

¿Qué son las energías renovables?

La energía renovable se define como la contribución de las energías renovables al suministro total de energía primaria (TPES). Las energías renovables incluyen la energía primaria equivalente a la hidráulica (excluido el almacenamiento por bombeo), la geotérmica, la solar, la eólica, las mareas y las olas. También se incluyen las energías derivadas de biocombustibles sólidos y líquidos, biogasolina, biodiésel, biogases y la fracción renovable de los residuos municipales.

Los biocombustibles se definen como combustibles derivados directa o indirectamente de la biomasa (material obtenido de organismos vivos o recientemente vivos). Esto incluye madera, desechos vegetales (incluidos desechos de madera y cultivos utilizados para la producción de energía), etanol, materiales/desechos animales y lejías de sulfito.

Los desechos municipales comprenden desechos producidos por los sectores residencial, comercial y de servicios públicos que son recolectados por las autoridades locales para su eliminación en una ubicación central para la producción de calor y/o energía. Este indicador se mide en miles de tep (toneladas equivalentes de petróleo), así como en porcentaje del suministro total de energía primaria. Su producción es menos costosa, pero la instalación de los equipos para producirla requiere elevadas inversiones.

Fuente: elDinero

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