EHPLUS, ECUADOR.- Días atrás, el Ministerio de Energía y Minas de Ecuador comunicó que existe un déficit de 465 MW y que, como medida emergente para evitar cortes de luz durante las fiestas de fin de año, se llevará adelante el proceso de compra de energía off-shore a través de una convocatoria de expresiones de interés,adquisición que estará a cargo de la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC).
Aunque en el escrito el Gobierno prometió no hacer racionamientos de energía los días 23, 24 y 25 de diciembre (Navidad), ni el 30, 31 de diciembre y 01 de enero de 2024 (Fin de Año), explicó que como el estiaje persiste y las reservas en los embalses de las hidroeléctricas no se han recuperado, a partir del viernes 15 de diciembre se verán obligados a incrementar los cortes de electricidad hasta una hora diaria (máximo tres horas de desconexión).
En este contexto, especialistas con fuerte conocimiento en materia eléctrica y altas vinculaciones con el Ministerio de Energía y Minas, brindaron a Energía Estratégica su visión sobre las causas de este déficit en la generación y reforzaron la necesidad de un Fideicomiso Financiero Transparente y un marco normativo claro que ayude a acelerar los procesos de licitación para permitir el ingreso de nuevas centrales y la modernización de las ya existentes en el país.
De acuerdo a su análisis, el déficit de generación de energía se debe a la falta de inversión en todo tipo de proyectos, sobre todo en centrales de generación firme. En el país está faltando una energía de base, ya sea de gas natural, térmica o hidroeléctrica que permitan estabilidad en el sistema.
Si bien celebraron el ingreso de energía renovable durante el 2022 y 2023, donde se pusieron en operación 48 MW de Sarapullo y 50 MW Parque Eólico Minas de Huascachaca, reconocen que “el tiempo apremia” y esa generación es de muy pequeña capacidad para las necesidades actuales.
“Existe planificación, un Plan Maestro de Electricidad, un plan de expansión de generación, transmisión y distribución, pero no hay fondos para invertir en nueva infraestructura eléctrica. Entonces el Gobierno tiene previsto que sea el privado el que invierta”, destacaron.
Y agregaron: “El Estado quiere vender proyectos, pero las regulaciones no obedecen a esa visión. Sumado a esto el riesgo país y la inestabilidad política le quita el atractivo de Ecuador para la inversión de privados. Entonces, el problema fue abrirse a la inversión privada sin estar preparados”.
Una de las principales barreras identificadas por los especialistas es la Ley Orgánica del Servicio Público de Energía Eléctrica (LOSPEE). Según ellos, se trata de una regulación restrictiva que complica la participación de privados en los procesos de licitación, al considerar que esta solo debe ser “excepcional”.
“El gobierno piensa que el déficit se va a solucionar con el ahorro de energía y no es así. El sector eléctrico tiene una falta de oferta de generación por lo que tiene que llevar adelante procesos de licitación claros y transparentes para contratar generación. Esto es imprescindible porque ya es tarde y la demanda de energía sigue creciendo”, aseveraron.
En tanto a los proyectos renovables adjudicados que siguen demorados, señalaron que el retraso se debe al incumplimiento de condiciones precedentes como la constitución de un Fideicomiso del Sector Eléctrico que sea transparente y “apolítico”.
“El sector electico ecuatoriano no genera ganancias, trabaja al costo. Si existen fondos sobrantes es que no se ejecutaron en obras de infraestructura para facilitar la transmisión y distribución. Se necesita un Fideicomiso que ponga en orden al sector eléctrico y ayude a clarificar cuentas”, aseguraron.
De lo contrario, la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional (DFC),entendido como el “gran financista” de esos proyectos no va a invertir sin un instrumento que garantice los recursos de los flujos.
Por último, si bien se manifestaron en contra de la decisión del Estado de optar por parches de energía offshore, reconocieron que ya no queda otra alternativa, ante la severa crisis energética que afronta el país.
Fuente: Energía Estratégica.
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